En relación al artículo aparecido en el portal "El Cabildo", firmado por Hugo Bassiner, realizo las siguientes consideraciones.
En primer lugar, comparto tu opinión acerca del cambio del día de la salida procesional de la Cena del Domingo de Ramos al Jueves Santo. Cada año se demuestra que donde la Cofradía brillaba era, efectivamente, en el primer día de nuestra Semana Santa. Aún somos muchos los que soñamos con el retorno. ¿Por qué no saliendo detrás de Lágrimas, aprovechando el gran ambiente de que se respira en el centro de la ciudad?
Sin embargo, difiero contigo en cuanto al argumento principal del artículo. Estarás conmigo en que el Huerto quizás gestionó de manera poco acertada el tema de su casa-hermandad. Estéticamente se trata de una de las más logradas; ahora bien, ubicada en un lugar más que discutible en cuanto a proximidad con su sede canónica y por supuesto, en un entorno un tanto inhóspito que desluce el desfile procesional de cada Domingo de Ramos.
Señalar que ”el entorno de destino, Puerta Nueva, sería el lugar ideal para muchas hermandades (como el Huerto, por ejemplo), pero no para la Cena precisamente” me parece poco acertado y menos respetuoso. La Cofradía de la Cena se merece, como cualquier otra, esa extraordinaria ubicación. Más ahora, que los Sagrados Titulares reciben culto en la Parroquia de los Santos Mártires, tal y como ya recogía la candidatura de Rafael López Taza en el año 2006.
Dicho esto, ¿un trueque para qué? ¿Para sacar del ostracismo a la Hermandad del Huerto? Como dice un refrán popular, sería desvestir un santo para vestir otro. El Huerto debe resolver su problema, pero no a costa de traspasarlo a la Cena. La misma distancia hay de los Mártires al pasillo de Santo Domingo estando allí ubicada la una que la otra.
Una última apreciación: el hipotético cambio de sede y la posterior salida de la Cena cerrando el Domingo de Ramos conllevaría, como mínimo, pasar por la Tribuna sobre las 23.00 horas. Tres horas más hasta el encierro, siendo el día siguiente laborable… se me antoja poco acertado señalar en el artículo que “no es una hora demasiado tardía”. Probablemente se trate de un error de cálculo.
Siempre he considerado a la Cofradía de la Cena poco perchelera, ubicándola más en el sector de la Cruz de Humilladero. La savia cofrade que antaño nutría a la hermandad ferroviaria procedía, casi en su totalidad, de un barrio que, hoy en día, se vuelca con la Hermandad de Humildad Y Paciencia. Efectivamente, ese éxodo si que ha representado una pérdida lamentable para la Cofradía de la Cena.
Además, como reflexión final, la ubicación de la casa hermandad del Huerto es prácticamente trinitaria, lindando con el puente de la Aurora.
Dime pues: ¿Qué mejora obtendría la Cofradía de la Cena ?
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