sábado, 18 de agosto de 2012

La Dolorosa de la Victoria. 2ª parte

Nos debatíamos entre dos posibles advocaciones para la nueva Dolorosa: Candelaria o Victoria. Finalmente optamos por esta última para hacerle honor a la Patrona de Málaga y al nombre del barrio en que se encuentra enclavada nuestra vivienda.

Una vez decidida la advocación y tras la llegada a casa, restaban aún muchos flecos por resolver. Con el ajuar prácticamente resuelto con los espléndidos trabajo de Patricio y Rafael Carmona, así como los aditamentos de orfebrería en plata de ley por parte de Jesús María Cosano, restaba, entre otras muchas cosas, preparar la hornacina que acogería en el patio de casa a la nueva talla mariana.

Para ello, nos pusimos en contacto con Antonio Fernández, que regenta el antiguo taller de escayola de calle Cristo de la Epidemia. Antonio, verdadero artista de una profesión cada vez menos artesanal y más manufacturada, fue el autor de todas las molduras, yeserías y escayolas del nuevo retablo y camarín de la Virgen del Carmen del Perchel.

Nos proyectó Antonio una hornacina de molduras rematada en arco de medio punto y  acabada en una original pieza asimétrica. El cuerpo inferior, enmarcado en una moldura de media caña, es sustentado por las cabezas de sendos angelitos atlantes y una cartela. En el interior de la hornacina, tecnología LED iluminaría a la Dolorosa. 

Y bajo la hornacina, la mesa que nos regalara mi amigo Nacho Rapallo, restaurada magistralmente por otro excepcional artesano, Juan Francisco Arrabal, uno de sus últimos trabajos entregados antes de su fallecimiento.¡Gracias amigo Juan, por todos estos años de tertulia y amistad!

Decidimos que la bendición se celebrara el 15 de Octubre, sábado, a la una del mediodía, en un acto íntimo en el patio de nuestra casa. Durante los meses de preparación adquirimos diversos candeleros y candelabros, de latón antiguo, para conformar un pequeño altar. También localizamos unas jarritas violeteras del mismo estilo de los candeleros, a las que nuestro amigo Juan Mauri -al que desde estas lineas quiero agradecer su inestimable ayuda- les incorporó unas peanas de madera barnizada.

Rodearse de buena gente siempre es importante. Y si además los amigos son artistas, mejor que mejor. En casa tenemos la gran suerte de contar con la amistad de Rafael Carmona, bordador cordobés nombrado repetidas veces en este blog. Este artista de los hilos de oro y de los ancajes se desplazó a Málaga para vestir a la Virgen de la Victoria, colocándole unas primorosas enaguas así como el impresionante terno de saya y manto pintado por Patricio Carmona -al que ya hicimos referencia en otro artículo de este blog-. Todas estas piezas fueron confeccionadas en su obrador cordobés.



La Dolorosa de la Victoria. 1ª parte.

Siempre he deseado que una imagen mariana presidiera el patio de nuestra casa.

Como ya sabréis, en la familia tenemos la gran suerte te poseer una Virgen de gloria, venerada bajo la adovcación de Encarnación, cuya propiedad se traspasa de generación en generación, desde hace varios siglos.

La Virgen de la Encarnación preside el dormitorio de mi centenaria Abuela Ana y, en un futuro quiera Dios que sea muy lejano, pasará a mi madre. Y como a ésta última le auguro una vida al menos tan longeva como la de mi abuela, me acercaría a la jubilación y casi a la vejez cuando correspondiera el momento de trasladar a tan querida imagen de gloria hasta el patio de nuestra vivienda.

Así que iniciamos la búsqueda de una dolorosa.

Pusimos el encargo en manos de Alberto Pérez Rojas, imaginero rondeño afincado en Sevilla, a quien conocíamos de sus trabajos en la Cofradía de la Sagrada Cena. 

Alberto recoge de manera espléndida el concepto de dolorosa que llevábamos en mente. Personalmente me inclinaba por el modelo iconográfico de dolorosa del siglo XVIII, de dolor contenido, íntimo, con la cabeza levemente inclinada y las manos unidas. Claros ejemplos de este tipo de imágenes los tenemos en la Dolorosa de Servitas de Carmona y en la formidable obra de Montes de Oca para los también Servitas, pero de Cádiz.

El artista nos realiza una imagen en madera de cedro, a excepción de la cabeza y las manos, talladas en madera de ciprés, presentando una gran belleza y corrección de lineas.

El óvalo facial, de amplios volúmenes, se acentúa en la mandíbula inferior y en el mentón, logrando un gesto de gran naturalidad. De generosa anatomía, la cabeza tiene una lograda sensación de realismo gracias al desplazamiento de las comisuras hacia la parte inferior. Concentra el dolor en el entrecejo fruncido, en clara señal de dolor. Los ojos, entornados y pintados en la madera, acompañan el tratamiento doloroso del rostro.

La nariz es de nariz sólida en el entrecejo y se va afinando conforme se desarrolla hacia la punta. Aletas dilatadas y surcos nasogenianos marcados, reflejan una profunda sensación de llanto. Este llanto se refuerza con un gran estudio anatómico del cuello, donde los músculos esternocleidomastoideos marcan la tensión propia del estado doloroso.

La disposición de las manos, unidas y realizadas en una sola pieza, nos retrotrae a los orígenes de la iconografía de la Virgen Dolorosa y dota de gran expresividad al rostro de la imagen.

La policromia de la figura, de aspecto nacarado, sigue las líneas de las obras del autor. De gran limpieza y corrección, refuerza la gran labor desarrollada en el modelado y completa perfectamente la obra.


Os dejo un enlace para que podáis ver la galería de imágenes completa: 

https://www.dropbox.com/sh/3ha57avkwpbssj5/aLvhYbwsXR


jueves, 16 de agosto de 2012

La antigua Dolorosa de la Paz en un balcón

No es precisamente una calle por la que transite; ni siquiera me había fijado en ese grupo de casas bajas que se encuentran al inicio de la calle. Es más, la casa en cuestión está enclavada en un barrio distante de las antiguas sedes canónicas por las que ha estado establecida la Cofradía. Allí la devoción es prácticamente monopolio de una imagen, la Piedad de Palma Burgos, que procesiona cada noche de Viernes Santo.

Precisamente por eso me quedé atónito cuando la reconocí en aquel balcón colgada. Y en un marco que también tendrá sus años. Quién me iba a decir que en el balcón del número 4 de la calle Duque de Rivas me encontraría una fotografía añeja de la antigua Virgen de la Paz, la que se quemó en 1.969. Sorprendente!!!!

Aquello me dejó impactado. Al ser hermano de la Cofradía de la Sagrada Cena y María Santísima de la Paz, siempre que encuentras alguna estampa de tus Titulares en algún lugar, no dejas de sonreir y alegrarte de que la devoción se extienda. Más encontrarte una fotografía que además se corresponda a la antigua Titular Mariana, si que resulta impactante.

Así que decidí tomar mi cámara fotográfica, trasladarme hasta el barrio del Molinillo e inmortalizar dicha estampa.

La fotografía, enmarcada en una orla, es una de las más conocidas de la antigua Dolorosa del granadino Martín Simón, realizada probablemente a mediados de la década de los años 50. Una imagen mariana que impactaba por su semblante serio y quizás también, por cierto hieratismo. Mi padre siempre ha comentado que la antigua imagen de la Virgen de la Paz era una "Señora", siendo una imagen que transmitía elegancia.

Vestida a la usanza de aquella época, probablemente por las manos de Juan Casielles, porta la paloma en su mano derecha y ciñe la corona que aún utiliza la actual imagen para culto diario.

Me queda con la curiosidad de conocer el motivo de la colocación del cuadro en la vivienda. Aquel día no me acerqué a preguntar. Pero no descarto hacerlo más adelante.


miércoles, 15 de agosto de 2012

Pascual González, genio andaluz.

Dios concede talentos a cada uno de sus hijos. Talentos que en ocasiones permanencen escondidos hasta que, en un momento de la vida, afloran y salen a la luz. Otras veces, desgraciadamente, cruzamos la vida sin haber descubierto la virtud.
Hoy quiero hablaros de alguien que no sólo encontró su talento: él lo encarna, lo mima y lo transforma para crear y hacernos partícipes de ese maravilloso talento que le concedió "su Dios de la Calzá".

Pascual González (Sevilla, 1.950) es probablemente el artista andaluz con mayor ingenio de estos últimos 30 años. Polifacético autor, este Rodríguez Ojeda de las copla revolucionó el panorama de las sevillanas allá por la década de los años ochenta.


El poeta de las corraleras, el juglar de Sevilla, el eterno creador de coplas es un cofrade de la Cofradía de San Benito que aún viste, cada Madrugá del Jueves Santo, el hábito penitente para acompañar a Jesús Nazareno (Silencio).

Bajo su túnica negra, Pascual canta en silencio y compone pentagramas imaginarios transformados  en  mágicas composiciones que enaltecerán nuestra alma. Pascual canta siempre a su Sevilla y a su bendita tierra Andalucía.  Este sevillano le canta al amor, a la vida y les reza cantando a Jesús y a María, bien sea a través de la copla o a través de marchas procesionales.


"Sevilla reza cantando" es el título de la obra antológica de este enamorado de las costumbres de su tierra y defensor de las tradiciones andaluzas. Una obra que aglutina música popular en forma de sevillanas cofrades, música procesional, poesía en estado puro hacia las imágenes de su devoción y, sobre todo, cariño e ilusión por conformar un espectáculo único y espectacular que hace brotar las lágrimas a todo aquel que ha tenido la suerte de presenciarlo.

Estoy seguro de que Pascual González es la típica persona con la que comenzarías tomando un café a primera hora de la mañana y terminarías cenando con él tras todo un día de repaso a la vida, a las cofradías y a la música. Y quizás con la cena tampoco se acabara...

Os revelaré un secreto. El día que descubrí en youtube el video de Pascual en Menuda Noche me emocioné y alguna lagrimilla cayó...¡No es para menos! ¡Qué bondad la de este hombre cuando abraza al niño tras el espontáneo mini pregón! En detalles así se demuestra la calidad y la sencillez de un artista que rebosa humanidad por los cuatro costados...


 
La trayectoria y la humanidad que transmite este artista bien merece un par de premios a su carrera. Lo primero, sin duda, el pregón de la Semana Santa de Sevilla. Si, si, olvidémosnos de una vez de prejuicios eclesiásticos que pongan como excusa fácil su situación matrimonial. ¿Acaso la devoción, la fe y el cariño hacia las Cofradías se miden por su estado civil?

Terminemos con la oferta de pregones de Semana Santa casposos y aburridos impartidos por  cofrades de rancio abolengo o de pertenencia a las altas jerarquias cofrades. Abramos las puertas de los pregones y dejemos correr el aire popular, aquel que ha conservado y mantenido la esencia de la Semana Santa durante siglos.

Pascual representa lo popular, que no lo populachero. Representa el sentimiento frente a la estética literaria. Representa a la familia que cree y sueña con sus cofradías sin pertenecer a la supuesta élite ciudadana. 

Este hombre es un auténtico artista que, con toda seguridad, revolucionaría el concepto de pregón de Semana Santa, innovando y modificando ciertos aspectos -como demostró con su "Sevilla reza cantando"- y  tal y como también procediera el actor Antonio Banderas en su pregón de la Semana Santa de Málaga del año 2.011.

Seamos sinceros. Terminemos pues con los pregones de alto contenido literario que invocan a Morfeo y concedamos la oportunidad a Pascual González de transmitir a los cofrades todo el sentimiento, la pasión y el arte de este sevillano de bigotes anchos y coleta recogida en el Pregón de la Semana Santa de Sevilla.

Para finalizar este artículo, un ruego que debería constituirse en exigencia. Una propuesta que lancé en diversos foros hace mucho tiempo y que aún no ha sido recogida por parte de la Junta de Andalucía: la concesión de la medalla de Oro de Andalucía a este artista que pregona su ciudad y a Andalucía por los confines del mundo. Su trayectoria artística y humanidad así lo demandan. Hagámosle ya justicia. Gracias Pascual.



Nuevo recorrido de ida para la Cofradía de la Sagrada Cena Jueves Santo 2013

Paseábamos ayer por el centro de Málaga para realizar algunas compras (no para visitar la Feria, Dios nos libre) y descubrimos que, por fín, han desmontado el mercado provisional de calle Camas.

Indudablemente, el Ayuntamiento de Málaga deberá acometer un proceso de rehabilitación y adaptación de todo aquel entorno -si queda algo de presupuesto en las arcas municipales- para convertirlo en un lugar atractivo de cara al turismo y al desarrollo de la ciudad. Además, tendrá que integrar de la manera más eficiente la futura Casa Hermandad de Fusionadas, que al parecer se construirá en dichos terrenos.

Mientras todo ésto ocurre, a éste que les escribe, hermano de la Cofradía de la Cena, se le encendió la bombilla y descubrió la oportunidad de modificar el recorrido de ida de la procesión para poder transitar por aquel lugar.

Os explico. Aunque nuestra salida desde calle Compañía hacia el Pasillo de Santa Isabel es realmente estético e interesante; pero una vez que salimos a la parte del río se convierte en molesto por lo abierto del lugar y por el sol de la tarde que en ocasiones cae con justicia. Posteriormente, la procesión transcurre por la plaza de Arriola, que a priori si resulta un sitio atractivo, especialmente ahora que giramos de manera espectacular hacia la derecha para tomar Atarazanas y Ordóñez.

Lo que propongo es cambiar casi por completo el recorrido de ida, saliendo hacia la izquierda desde la Casa Hermandad para entrar en la calle Fajardo de manera espectacular en una de las curvas más complicadas de nuestra Semana Santa. Tomaríamos la calle para cortar Cisneros y entrar en Fernán González. Y como nos encontramos de frente con una de las rampas de acceso al aparcamiento municipal, a la altura de Calderón de la Barca, tendriamos que girar un tanto para entrar en la gran explanada que ocupaba el mercado provisional. Continuaríamos para enfilar la calle Moreno Carbonero atravesando Sebastián Souvirón y Sagasta para salir, por el lateral del remozado Mercado Central, a la calle Atarazanas.

¿Qué conseguimos con este nuevo recorrido? En principio, procesionar por lugares más estrechos, por calles de edificios de estilo modernista rehabilitados o en proceso en los que nuestros tronos probablemente lucirían mucho más. Por otra parte, lograríamos ampliar un tanto nuestro pequeño recorrido en unos casi 70 metros más que, comparado  a las más de ocho horas que permanecíamos en la calle cuando salíamos desde la Estación, siempre nos parecerá una nimiedad.

En síntesis, inauguraríamos un nueva calle para el fenómeno procesionista como es la calle Moreno Carbonero, recuperando un entorno romántico y más apropiado para el lucimiento de nuestra Hermandad. Aumentaríamos unos 10 minutos el tiempo de permanencia en la calle en virtud de esos casi 70 metros que recorreríamos de más, aunque no repercutiría en horarios puesto que, con un leve aumento del ritmo, no sería necesarias modificaciones.

La única complejidad relevante, la espectacular giro de calle Compañia a Fajardo. Una curva que ya realizamos en sentido inverso en el año 2.010 -recuérdese a la Virgen de la Paz, maravillosa a los sones de la marcha Candelaria, de Marvizón- y que los hombres de trono, mayordomos y capataces de nuestra Cofradía no tendrán, sin duda, problema a la hora de afrontarla.