Paseábamos ayer por el centro de Málaga para realizar algunas compras (no para visitar la Feria, Dios nos libre) y descubrimos que, por fín, han desmontado el mercado provisional de calle Camas.
Indudablemente, el Ayuntamiento de Málaga deberá acometer un proceso de rehabilitación y adaptación de todo aquel entorno -si queda algo de presupuesto en las arcas municipales- para convertirlo en un lugar atractivo de cara al turismo y al desarrollo de la ciudad. Además, tendrá que integrar de la manera más eficiente la futura Casa Hermandad de Fusionadas, que al parecer se construirá en dichos terrenos.
Mientras todo ésto ocurre, a éste que les escribe, hermano de la Cofradía de la Cena, se le encendió la bombilla y descubrió la oportunidad de modificar el recorrido de ida de la procesión para poder transitar por aquel lugar.
Os explico. Aunque nuestra salida desde calle Compañía hacia el Pasillo de Santa Isabel es realmente estético e interesante; pero una vez que salimos a la parte del río se convierte en molesto por lo abierto del lugar y por el sol de la tarde que en ocasiones cae con justicia. Posteriormente, la procesión transcurre por la plaza de Arriola, que a priori si resulta un sitio atractivo, especialmente ahora que giramos de manera espectacular hacia la derecha para tomar Atarazanas y Ordóñez.
Lo que propongo es cambiar casi por completo el recorrido de ida, saliendo hacia la izquierda desde la Casa Hermandad para entrar en la calle Fajardo de manera espectacular en una de las curvas más complicadas de nuestra Semana Santa. Tomaríamos la calle para cortar Cisneros y entrar en Fernán González. Y como nos encontramos de frente con una de las rampas de acceso al aparcamiento municipal, a la altura de Calderón de la Barca, tendriamos que girar un tanto para entrar en la gran explanada que ocupaba el mercado provisional. Continuaríamos para enfilar la calle Moreno Carbonero atravesando Sebastián Souvirón y Sagasta para salir, por el lateral del remozado Mercado Central, a la calle Atarazanas.
¿Qué conseguimos con este nuevo recorrido? En principio, procesionar por lugares más estrechos, por calles de edificios de estilo modernista rehabilitados o en proceso en los que nuestros tronos probablemente lucirían mucho más. Por otra parte, lograríamos ampliar un tanto nuestro pequeño recorrido en unos casi 70 metros más que, comparado a las más de ocho horas que permanecíamos en la calle cuando salíamos desde la Estación, siempre nos parecerá una nimiedad.
En síntesis, inauguraríamos un nueva calle para el fenómeno procesionista como es la calle Moreno Carbonero, recuperando un entorno romántico y más apropiado para el lucimiento de nuestra Hermandad. Aumentaríamos unos 10 minutos el tiempo de permanencia en la calle en virtud de esos casi 70 metros que recorreríamos de más, aunque no repercutiría en horarios puesto que, con un leve aumento del ritmo, no sería necesarias modificaciones.
La única complejidad relevante, la espectacular giro de calle Compañia a Fajardo. Una curva que ya realizamos en sentido inverso en el año 2.010 -recuérdese a la Virgen de la Paz, maravillosa a los sones de la marcha Candelaria, de Marvizón- y que los hombres de trono, mayordomos y capataces de nuestra Cofradía no tendrán, sin duda, problema a la hora de afrontarla.
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