Hombres de trono

Han transcurrido varios años. Mejor dicho, muchos años. Y parece que fue ayer…En breve, 25 primaveras desde que comenzamos a meter el hombro bajo el trono de María Santísima. Hoy he querido rescatar fotografías antiguas de cuando, aún siendo unos chiquillos, nos vestíamos con el traje azul marino y los guantes blancos para comenzar a formar el llamado “ bulto” o quiste de grasa en el hombro del que presume todo buen hombre de trono malagueño.

 Recuerdo que mi primer traje para sacar tronos fue de mi tío Carlos, marido de mi tía Inés. También vuelve a la memoria el traje azul con la raya en medio de mi compadre Juanma; o cómo los pantalones se le quedaban siempre cortos a mi hermano Pablo, que no paraba de crecer. 

Eran los años en que sacábamos la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad desde el patio de nuestro Colegio de los Maristas. Años aún sin banda tras los tronos y tiempo de transición, cuando la savia nueva apostábamos firmemente por erradicar costumbres poco decorosas. Poco después,  la Semana Santa de Málaga alcanzaría, probablemente, los años de mayor esplendor.

En las fotos, mi compadre Juanma –años antes de calzarse las botas negras y subir unos centímetros de altura- y yo en el lugar en el que siempre hemos disfrutado más: cerrando en la cola del trono. Atrás quedaron los años en la Virgen de la Paz, con los Chamizo Palomo, Moi, Molero y otros muchos que forjaron la leyenda de los hombres de trono de María Santísima de la Paz.

Queden estas fotografías como homenaje a los dos mejores hombres de trono que he conocido nunca: Mi compadre Juanma y mi hermano Pablo. Con ellos he crecido, con ellos me he hecho hombre bajo el varal y de ellos he aprendido el valor de la amistad y la entrega.

De momento, he recopilado éstas. El paso de los años, constatable. Amenazo con colgar más…