La Dolorosa del Puente ha
reclamado la presencia de su hijo Jesús. Probablemente algo serio estaría
sucediendo en el Reino de Dios y necesitaban del asesoramiento de alguien tan dogmático
y con la cabeza tan bien amueblada como la de Castellanos.
Rebuscando en el archivo, he
localizado las fotos de una noche entrañable que celebramos allá por el año
2.005.
Durante la celebración de la tradicional
tertulia de Médicos Cofrades cuaresmal, reunida en el desaparecido restaurante “Casa Mariano” pudimos disfrutar de la
presencia de Jesús y escuchar de primera mano las explicaciones de cómo sería
el nuevo trono de la Soledad de Mena.
Todo un lujo seguir sus
explicaciones y seguir con atención un proyecto apasionante que, gracias a la
conjunción de carpintero, tallista, imaginero y dorador que, dirigidos por la
magistral mano del polifacético Jesús, se convertirá en el que probablemente
sea el mejor trono de Dolorosa de talla dorada de esta ciudad.
Sirvan estas líneas de recuerdo y
homenaje para un revolucionario -incomprendido en muchas ocasiones y muy
crítico en otras- que colaboró en el refinamiento de la Semana Santa malagueña.
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